Monterrey - Estado de Nuevo León - México

La primer foto fue sacada de la terraza de mi primer departamente en la calle Rio Panuco. Sirve para mostrar un poco como se ve la ciudad. Si bien hay zonas más lindas que otras, el fondo siempre es el mismo dado que la ciudad está rodeada por Cerros. En la perisferia se pueden encontrar miles de fábricas de todo tipo, muchísima industria, por eso es que una gran mayoría de los universitarios optan por alguna de las ingenierías, sea industrial, electromecánica, civil u otras.

Si uno se aleja unos 20 km se pueden ver lugares como lo muestra esta segunda foto.

Mucho verde, mucho relieve, cascadas, lagos, una geografía más tropical de lo que suele ser el norte del país, en su mayoría desértico. Y a medida que uno se va alejando en dirección oeste, hacia el pacífico, lo verde va desapareciendo para volverse árido, con tierra muy seca donde suele pegar el sol hasta volverse insoportable.

Monterrey y otras ciudades del norte son bien distintas a lo que la mayoría de las personas conocen de México, digo esto porque normalmente las personas que viajan a México por placer eligen destinos turísticos y ellos se encuentran en su mayoría del sur al centro del país sumando también lo que es Baja California. Pero esta ciudad como otras tantas del norte no son tan populares para los turistas.

A simple vista uno puede notar una marcada influencia de Estados Unidos no solo en el tipo de ciudad que fue edificándose a través de los últimos años sino también en las costumbres y la vida en general. A mi entender se pierde un poco el estilo mexicano para confundirse con un híbrido entre ambos países. Lo cual no es bueno ni malo sino distinto al resto del país. Esto se puede ver reflejado en lo económico, el norte del país es desarrollado y pudiente mientras que el sur lamentablemente sufre las necesidades de la mayoría de latinoamérica.

A pesar de las diferencias con el resto del país se mantiene el espíritu mexicano, la gente sigue siendo alegre y eufórica, quizás no tan cálidos y hospitalarios como los habitantes del sur pero no dejan de ser latinos.

Espero haber logrado que conozcan un poco más de la historia de esta ciudad y su gente, quienes me han recibido muy bien y con quienes estoy muy agradecido. Tengo una deuda con su gente y es la de aprender de una buena vez a bailar la música norteña, ya lo he intentado en repetidas oportunidades y no he parado de pisar a las mujeres que valientemente me han acompañado.

Abrazo y nos vemos en una posterior publicación de lo que sea que venga.